En Concierto Desierto

Caminando por el desierto junto las lágrimas en un frasco, para no morir de sed. Pero vuelo más alto para alcanzar el sol y sentir que quema, para creer que todavía puedo hacer algo. Ni siquiera puedo sacarme del bolsillo lo que me dijiste, para hacer más liviano el andar. Y en un extraño rincón del cajón de la mesita de luz guardo un poco de orgullo y cada mañana lo espolvoreo con imaginación para creer que alguna mañana vas a llamar, vas a reír, llorar, y vas a decir las palabras que quiero escuchar. Pero el agua se evapora, por eso tapo el frasco para que no se escape nada.
El sudor se seca con el viento, y es lo único que se lleva. Ojalá te pudieras volar y pasar como la arena que me resquebraja la piel. Entonces trato de caminar hacia atrás como aquella vez, para poder verte mientras yo me alejaba. Y trato de alcanzar una consonante para poder seguir teniendo un nombre, pero se que solo soy un adjetivo que no te quiere volver a ver, y tener miedo a ser descubierto cuando paso por tu casa. Cuando te pienso. Cuando me doy cuenta. Cuando solo creo estar.
Luego entrego mi sangre a la desidia del tiempo que perjura el olvido entre las espaldas de los ciegos. Esos que quieren ver. Aquellos que su propio reflejo lastima. Para que mi cadáver cuente palabras para dormir antes de apagar el velador.
Sin embargo, no tiro mis lágrimas al sol para apagarlo, el viento se olvida del sudor, y mi sangre me sabe acariciar por dentro, para recordarme el dolor que me causa este desierto.

Busqueda

Tenderé y tendré desde mis pies al mundo
una red de pasos, laberintos.
Como la lluvia, tan rubia, caen conclusiones
suenan a desilusiones
Las visitas de la soledad
azotan los pensamientos
como vendavales
como baldes de agua fria
en noches desafinadas
desafiadas
Sin más no poder
tendré, y tenderé desde mis pies al mundo
una red para que llegues a mi
y te pierdas conmigo
en un laberinto.
foto: Adriana Lestido - http://www.adrianalestido.com.ar

Circulo 2

Es extraño
decir que te extraño
como un conocido
del olvido
te busco
en las mismas palabras
en las mismas miradas
momentos, pisadas.

Dejavú de sentimientos
resquebrajan sonidos
de soledades desoladas
con tardes de besos conocidos
y teléfonos sin sonar

Sin embargo, vuelvo
a los mismos puntos
a los mismos sonidos
y busco
sin quererte encontrar.

Circulo 1

Lo fingido y lo prohibido tiene sabor, tiene dolor. Probar el gusto del destino es mucho más que disfrutar un color. Probar besos y venenos ya no tienen gracia si ya no existe nada que responda la soledad.

Sentado en este andén, espejos del mar miran y no ven dónde está la verdad. Palabras vacías inundan mi boca, se desbordan y me mojan. Como lágrimas de ojos que no pueden ver más allá. Pero las dudas arriban a las once y treinta, cuando creo que puedo dormir. Pero el vacío es cada vez más profundo y llego al punto en que parece que no caigo, no subo, no me muevo.

Los círculos apretan cada vez más. Luego sobreviene la asfixia. ¿Quién entiende a “PI”? Las ruedas de los vagones, y las horas del reloj seguirán girando. Tal vez giraré como un número dentro de la tinta derramada, de las teclas apretadas, de palabras que nadie podrá leer.