constelada obstinación de una neurona de insomnio perdido

Vuelve, vibra.
Son las visiones de un abismo que nunca se llenará. Son las dos treinta y siete  de la madrugada. El ardor de los ojos no hace que se entreguen al inconsciente. Miedo, tal vez. No sé. ¿Qué sé? Las certezas no existen a estas horas. Cada segundo una eternidad que vuelve, vibra en cada centímetro de piel. Pasar y no. Una cosa es y no es. Ves y no ves. La oscuridad alumbra las sombras de cosas olvidadas, de cosas casi superadas. Que no creía. Pero ahí estaban. Ahí. Y percuten, repercuten las puertas con cada latido, como queriendo entrar o queriendo salir. ¿A dónde? Si lo supiera... ¿Si lo supiera qué? No sabría que hacer. O sí. Por lo menos la acción se emprendería y no estaría en este estado de letargo, levedad, incredulidad, soberbia indecisión.
Culpa a aquello que mueren sin haberse preguntado de dónde viene ese aire. Culpa al espejo que nunca te mostró cómo gozar del pleno aire sin preguntar. No pidas permiso.
Pero sí...

1 comentario:

  1. Fascinante,confuso, escalofriante,muy de noche insomne ,transnochada

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